TIPS DE FORMULACIÓN PARA PRODUCTOS CAPILARES
INTRODUCCIÓN
Se proyecta que el mercado mundial de productos para el cabello tendrá un crecimiento anual del 4% durante el periodo de 2020 a 2025. Este crecimiento obedece a la búsqueda de satisfacción de necesidades cada vez más puntuales por parte de los consumidores. Obedecer a esta premisa es un must desde las áreas de investigación y desarrollo, y adaptar sus formulaciones a las tendencias es el pilar en el éxito de los proyectos.
Una de las tendencias más fuertes que hemos detectado es la adaptación de una rutina de Hair Care que esté estructurada por pasos y adapte la idea de layering en su uso. Un consumidor que se ha preocupado por entender la fisiología de su piel ahora busca entender la fisiología y la especificidad de su cabello. Es por esto que ahora hay más interés por entender si nuestro cabello, o cuero cabelludo, es seco o graso, a qué tipo de porosidad u ondulamiento corresponde, los efectos de los productos o tratamientos químicos sobre la fibra, en qué temporada del ciclo de necesidades está el pelo, entre otros factores que han venido tomando fuerza.
No en vano, ahora vemos que los centros dermatológicos tienen un portafolio más amplio de tratamientos no solo para las enfermedades capilares, sino también para tratamientos antiaging, hidratación y reestructuración capilar etc. Incluso, hoy en día, existen centros o clínicas del cabello que surgen como respuesta a las demandas actuales del consumidor, necesidades que aumentaron gracias a uno de los efectos del Covid-19: la alopecia.
En torno a esta idea, vamos a revisar cuáles serían mis recomendaciones a la hora de formular un producto cosmético de cuidado capilar. Abordaré desde las ideas generales de diseño (que no son exclusivas de productos capilares) hasta las especificidades de esta categoría.
- ¿Qué tipo de producto quiero, qué formato busco y cuáles son las necesidades que quiero suplir?
Tener clara cuál es la funcionalidad del producto: si es un champú, acondicionador, tratamiento, producto de fijación, tónico, mascarilla, ampolleta, bruma, perfume capilar, texturizante, voluminizador, entre otras varias funcionalidades que podemos ofrecer. Esto delimitará inicialmente las materias primas commodities y necesarias del bulk del cual voy a partir.
El formato en el cual quiero presentar mi producto es el siguiente paso para la inclusión de materias primas y dictamina a priori si es necesario incluir modificadores reológicos, texturizantes, formadores de película etc. Para una correcta definición del formato ideal, no olvidemos ponernos en el rol del usuario. Así, el desarrollo y diseño del producto estarán enfocados en las necesidades del cliente y no en las facilidades de quienes lo fabricamos.
Delimitar las necesidades que quiero suplir: evita que perdamos el norte a la hora de formular e incluyamos cuanto activo nos ofrezcan, y que el consumidor tenga la percepción de que prometemos mucho y que “de eso tan bueno no dan tanto”.
Respondamos máximo a 5 necesidades. Si por el camino puedes incluir especialidades que te ayuden no solo a suplir esta necesidad sino a darle un plus a tu producto final, estarás abarcando más público. Por ejemplo, un sérum que aporte brillo e hidratación seguramente es un producto que está en el portafolio de un sinfín de fabricantes. Pero un sérum que aporte brillo e hidratación y que a su vez cuente con el claim libre de siliconas, o vegano, o cruelty free, será definitivamente un producto diferenciador.
- Una vez definido el esqueleto de mi fórmula, es hora de pulirla.
Siempre obedeciendo a las premisas de diseño de mi producto, pasamos a evaluar las materias primas que obedecen estas premisas y nos ofrecen el desempeño que buscamos.
En el segmento capilar podemos evidenciar algunos efectos importantes a tener en cuenta cuando seleccionamos una materia prima. A continuación, se mencionan los más comunes para la categoría en general o para ciertos formatos en específico:
- Seguridad.
- En Champú: Poder de surfactancia, velocidad de formación de espuma y estabilidad del primer enjabonado.
- En Champú: Eficiencia en la eliminación de la suciedad.
- En productos rinse off: Facilidad de enjuague.
- En productos leave on y rinse off: Peinabilidad en húmedo.
- En productos leave on: Brillo y residualidad en el pelo (efecto build up).
- En productos leave on: Velocidad de secado.
- En productos leave on y rinse off: Peinabilidad en seco y poder de acondicionamiento.
- En fijadores y algunos acondicionadores leave on: Poder de fijación.
- En Todo: Claims y una fragancia ganadora. Éstos te asegurarán tanto la compra como la Re-compra.
Debemos tener en cuenta que estos criterios son subjetivos, pero existen también métodos cuantitativos de evaluación. Por ejemplo, la resistencia a la fricción, elongabilidad etc., que se determinan generalmente para evaluar la acción de los activos o los modificadores sensoriales y algunas veces de los ingredientes funcionales. Estos factores son punto de partida para seleccionar las materias primas que mejor se acomoden.
- El pH.
Conocer la estructura tanto de la fibra capilar como del cuero cabelludo: esto dictamina hasta dónde puedes llegar realmente con tu producto. Debes entender que los folículos pilosos representan una actividad cíclica (la mayoría de las veces) y que el pH de nuestro producto tendrá una gran incidencia en la disposición de la fibra, nos ayudará a decidir cuál es el pH idóneo para la formulación.
El pH más favorable para los productos de tratamiento capilar oscila entre 4.0 a 5.0, ya que en este rango la cutícula e incluso parte de la corteza permanecen compactas y a nivel microscópico la textura superficial es lisa. Esto se ve representado en una mejor refracción de la luz (brillo) y en el aumento de la hidrofobicidad (menos frizz).
Sin embargo, varios productos capilares demandan un pH mayor ya que su objetivo es abrir la cutícula de la fibra y facilitar la redeposición. Un claro ejemplo son los productos de coloración, para los cuales un pH básico (9.0 a 12.2) facilita que las capas de la fibra se abran y las partículas de pigmento encuentren mayor área superficial adhiriéndose así con facilidad, y logrando un mejor cubrimiento y mayor duración.
Por otro lado, también existen productos con un pH mucho más ácido. Generalmente son aquellos que cumplen la función de alisado químico, en los que se aporta peso y se sella la cutícula, logrando que la fibra capilar se relaje y la apariencia de alisado sea permanente.
- ¡Pilas con las cargas!
Este es un factor determinante en esta categoría ya que las cargas aseguran una funcionalidad específica.
Por ejemplo, en los surfactantes, los componentes aniónicos están generalmente asociados con el poder detergente y son quienes efectúan verdaderamente la acción de limpieza. Por otro lado, los surfactantes anfóteros son utilizados para impartir una espuma mucho más estable y “bonita”, la cual es importante porque el consumidor asocia la generación de espuma con el efecto de la limpieza. Adicionalmente, los surfactantes anfóteros pueden reducir los efectos irritantes de los aniónicos y funcionan como booster de características detergentes o acondicionantes según el pH en el que se encuentren.
Existen también los surfactantes no iónicos que generalmente ayudan a solubilizar o emulsionar la fragancia y, además, algunos pueden llegar a impartir viscosidad. Finalmente, las cargas positivas o componentes catiónicos están asociados al acondicionamiento por ser agentes antiestáticos.
La selección de los surfactantes en la categoría capilar es una tarea que se debe realizar meticulosamente. El uso de varios surfactantes debe ser muy bien pensado ya que en éstos recaen propiedades sensoriales, funcionales y de estabilidad como: la detergencia, emulsificación, calidad de la espuma, peinabilidad, feel y afterfeel tanto en la piel como en el cabello. Adicionalmente dictaminan parte del costo de formulación, toxicidad y biodegradabilidad.
No solo la selección sino también el orden de adición puede afectar tremendamente la estabilidad y la apariencia de nuestro producto terminado. Cuando se adicionan de manera brusca dos cargas opuestas, generaremos inestabilidad, precipitaciones y puntos de nube muy elevados.
Mi recomendación principal para evitar o disminuir los efectos adversos es cuidar muy bien la relación entre anfóteros y aniónicos para evitar gelificación. Evaluar cuál es el nivel de detergencia que mi producto necesita y a qué tipo de suciedad se va a desafiar para ajustar la relación de surfactantes. Por último, pero no menos importante, cuidar el orden de adición: iniciando con aniónicos, posteriormente con anfóteros y en caso de que quieras incluir algún surfactante catiónico o algún aditivo acondicionador, será mejor incorporarlo inicialmente en el componente anfótero y luego esta mezcla adicionarla sobre el surfactante aniónico. De esta manera será más sencillo reducir la incompatibilidad por cargas y así cuidar la estabilidad de la fórmula.
- El acondicionamiento (en todos los formatos) es clave.
Como he mencionado anteriormente, en esta categoría hay varios aspectos que determinan la recompra de un producto. Uno de estos aspectos es el buen acondicionamiento y es importante porque dictamina la percepción del producto durante su uso. Está claro que los agentes de acondicionamiento son agentes catiónicos, y ganan relevancia en este tipo de formulaciones por lo siguiente:
- Recubren la fibra manteniéndola hidratada y suave.
- “Aplanan” las escamas abiertas de la cutícula y sellan temporalmente las puntas abiertas.
- Lubrican el pelo facilitando el proceso de desenredo.
- Previenen la estática.
Dentro de esta categoría podemos encontrar siete divisiones:
- Surfactantes catiónicos: Permanecen en el cabello incluso durante el enjuague, proporcionando hidratación y protección incluso después de salir de la ducha.
- Humectantes: Ideales para uso en productos leave on ya que pueden permanecer en la fibra y retener la humedad.
- Emolientes y aceites: Actúan como modificadores sensoriales, facilitando esparcimiento la flexibilidad.
- Oclusivos: Forman una ligera capa sobre el pelo que evita la evaporación del agua de la superficie. Se debe usar en cantidades reducidas para evitar el efecto build up.
- Proteínas: Funcionan como los agentes humectantes, pero actúan en papel secundario en productos rinse off ya que no se adhieren muy bien durante el enjuague.
- Siliconas: Funcionan de la misma manera que los emolientes, cubriendo la superficie para retener la humedad, aportan brillo y otras cuantas características no solo al cabello sino también a la fórmula.
- Polímeros: Los más conocidos son los policuaternios. Éstas son moléculas más específicas ya que hay variedades que se ajustan a cada tipo de formulación y resultan aportando un mayor desempeño en el acondicionamiento.
La selección del agente de acondicionamiento correcto depende nuevamente del tipo de producto que se esté formulando y la ventaja es que hay un portafolio muy amplio de variedades para esta categoría que van a satisfacer las necesidades tanto del consumidor como del formulador.
Ahora que ya tienes una buena fórmula desarrollada, no olvides preservarla bien. El preservante se ajustará al pH del producto final y a la temperatura máxima de proceso.
En Fehrmann tenemos un portafolio amplio y específico que te puede ser de gran ayuda no solo en la elección del preservante sino de cada una de las materias primas especializadas que harán de tu fórmula un éxito.
Ahora bien, ¡no olvides la cereza del pastel! La elección de la fragancia es un factor clave que con seguridad cautivará a tus prospectos y mantendrá felices a tus clientes. Con ésta puedes generar recordación de marca y un vínculo emocional con el consumidor, no hay nada que juegue en contra de la memoria olfativa así que úsalo a tu favor.
Esto es un vistazo panorámico a los tips de formulación en productos capilares. Espero haya sido de ayuda para aclarar algunas dudas y haya sido útil para facilitar algunos procesos. Cuenta con nosotros siempre como un aliado, estaremos dispuestos a colaborarte y que culmines con éxito el desarrollo de productos exitosos para tus clientes.
Ing. Juliana Ariza Suárez.
Asesora técnica divisiones Cosmética y Fragancias.
Fehrmann S.A.
REFERENCIAS
- Handbook of cosmetic science and technology / edited by Andre´ O. Barel, Marc Paye, Howard I. Maibach. — 3rd ed.
- Chemistry and Technology of the Cosmetics and Toiletries Industry / Edited by D.F. WILLIAMS and W.H. SCHMITT — 2nd ed.
- https://upfrontcosmetics.ca/
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