TIPS DE FORMULACIÓN DERMOCOSMETICA FACIAL
En Fehrmann estamos comprometidos con apoyar a nuestros clientes en el crecimiento y desarrollo de sus proyectos empresariales, brindando materias primas innovadoras que ofrezcan un valor agregado en sus formulaciones. No obstante, pensamos que esto no es suficiente, por ello hemos decidido crear una entrada donde nuestro equipo técnico sea el encargado de resolver las dudas más frecuentes, y así crear un espacio donde nosotros, como proveedores, ayudemos a que dichas inquietudes no sean un obstáculo para el desarrollo de sus negocios.
INTRODUCCIÓN
Uno de los productos más atractivos para sacar al mercado son los de cuidado facial, esto debido a que son especializados y el consumidor está dispuesto a pagar un poco más. Adicionalmente, al ser formulaciones que generalmente se comercializan en presentaciones pequeñas, hacen que los costos de transporte sean menores, lo que se traduce en una mayor rentabilidad. También cuentan con una demanda que va en aumento y aunque ésta no garantiza la compra, sí demuestra un gran interés del consumidor por adquirir este tipo de productos.
La mezcla de estos factores ha hecho muy atractivo el mercado dermocosmético que actualmente es dominado por las grandes empresas. Sin embargo, las empresas medianas y pequeñas han entrado a competir. De ahí nace esta entrada: de la necesidad de brindar algunos “Tips” de formulación que facilitarán el proceso de desarrollo y ayudarán a lograr fórmulas más competitivas en el mercado.
FACTORES A TENER EN CUENTA
Las formulaciones enfocadas en rostro son las de mayor cuidado porque se aplican en una zona muy sensible y visible de nuestro cuerpo. Existen muchos factores que son de especial cuidado en este tipo de productos que, sí o sí, se deben tener en cuenta en el diseño y desarrollo del mismo.
Aunque las fórmulas cosméticas más usadas en este tipo de productos no son de gran complejidad, tanto en el desarrollo como en la fabricación a nivel industrial, la principal dificultad está en equilibrar aspectos como: irritación, sensación al aplicarse, funcionalidad, aroma, apariencia, estabilidad, costo y desempeño.
A continuación, te dejaremos unos tips para formulación, enfocadas en rostro, que ayudarán a cuidar estos aspectos:
Tip 1. El pH de la fórmula debe ser acorde al pH del rostro:
Al desarrollar una formulación es muy importante fijar los parámetros en los que debe estar el semielaborado. Uno de los más importantes a controlar es el pH porque cuando se trata de piel, una mala elección en esta especificación puede conllevar irritaciones o incluso quemadura.
Entonces ¿cómo determino qué pH debe tener mi producto? La respuesta es muy simple: el producto debe tener el mismo pH que tenga la zona en la que va estar en contacto o un pH que favorezca la salud de la parte de mi cuerpo que va estar en contacto con el producto.
Por lo general, estas formulaciones deben tener un pH entre 4.8 y 5.5 porque en este rango está el pH de la piel del rostro. Es importante recordar que no toda la cara tiene el mismo pH: el de la frente al de la nariz, y a su vez éste es distinto que el del mentón. El pH también tiene ligeras variaciones entre hombres y mujeres, pero por lo general cuando se habla de rostro, a excepción de los ojos, el pH de las formulaciones suele estar ubicado entre 4,8 y 5,5.
Tip 2. Cuidar la apariencia de tu producto:
El consumidor actual es mucho más exigente que el consumidor de antes. Uno de los aspectos que siempre evalúa, y que debemos cuidar como formuladores, es la apariencia de nuestro producto. Se debe buscar una apariencia estética que demuestre lujo y que sea estable.
En formulaciones liquidas traslucidas (agua de rosas, agua micelar, serum facial, etc.,) es fundamental evitar un aspecto turbio y buscar que nuestra fórmula sea lo más traslucida posible. En el consumidor, un aspecto turbio puede causar una sensación de rechazo, y se podría asumir que el producto es de mala calidad o simplemente que es menos estética que las otras.
Cuando hablamos de cremas se debe buscar una apariencia brillante, elegante, que se vea y se sienta ligera y si contiene color, que no sea un tono tan fuerte ni extravagante porque puede dar la sensación de que está muy cargada de pigmentos.
Por último, una buena selección de envase puede ser de gran ayuda. Algunos componentes, en especial los colorantes y algunos activos, tienden a ser foto sensibles y se puede provocar un cambio de color al bulk o precipitaciones. Una forma de ayudar a reducir este efecto es usando envases que cuenten con color que protejan de los rayos UV a nuestra formula, y que también ayude a camuflar posibles variaciones de color en la formulación para que éstas no sean tan visibles a los ojos del consumidor.
Tip 3. El sensorial lo es todo:
Una de las premisas que siempre manejo a la hora de desarrollar un producto es que la primera venta la realiza marketing, pero la recompra del producto es responsabilidad de la formulación. La selección de un buen envase, de los colores y diseño de la etiqueta, el desarrollo de una buena campaña publicitaria son factores que impulsan la compra de un cosmético. Pero si esto no está acompañado por una buena formulación, el cliente difícilmente volverá a comprar el producto.
Una forma de enganchar al cliente es lograr un buen sensorial. Cuando hablamos de formulaciones en rostro buscamos un sensorial ligero y elegante que no deje sensación pegajosa, que se sienta suavidad en el momento de aplicación, que se deslice por la piel sin dificultad y no se sienta seco, y que la fragancia no sea muy fuerte para que no hostigue al consumidor, pero sí lo suficientemente alta para que cubra la base y se alcance a percibir.
En cremas se busca que sea de fácil absorción, que no se sienta grasosa, y no deje efecto borrador. Y en protectores solares generalmente se trata de evitar el efecto mimo. Logrando estas características sensoriales, seduciremos al consumidor y aumentaremos las posibilidades de recompra de nuestro producto.
Tip 4. Cuidado con la irritación:
Quizás uno de los aspectos más importantes al desarrollar una fórmula, y especialmente en cosmética facial, es que nuestro producto sea seguro. Primero, porque la piel del rostro es muy delicada y, segundo, porque es una zona muy visible y cualquier irritación o alergia que causemos va acarrear siempre reclamaciones por parte del consumidor.
Para evitar esto se debe asegurar que cada una de las materias primas que usemos no cause alergias, que se estén usando bajo las condiciones y dosificación que sugieren los fabricantes, y siempre se debe consultar si cuentan con estudios de irritación en piel. En caso de productos que van a estar en contacto con los ojos, se debe consultar por estudios de irritación ocular.
Recuerda que es muy importante la selección de un preservante y una fragancia que no sean irritantes, pero esto lo hablaremos más adelante.
Tip 5. Selección de preservante, el equilibrio entre protección de mi fórmula e irritación:
Existen muchos tipos de preservantes y es preciso mencionar que algunos pueden provocar irritaciones o alergias. Por eso se debe contar con un sistema preservante que sea delicado con la piel pero que tenga un buen espectro de protección contra los microrganismos.
Acá te explicaré de forma rápida cómo seleccionar un buen preservante:
- Verificar que mi preservante sea delicado con la piel: esto se puede identificar en la ficha técnica y hoja de seguridad de cada materia prima.
- Seleccionar un preservante que sea efectivo en mis condiciones de trabajo: se debe asegurar que el preservante tenga acción en los rangos de pH que va estar mi producto. Si mi proceso es en caliente, se debe verificar si el preservante que elegí cuenta con resistencia a la temperatura en la que voy a trabajar o si se debe agregar cuando mi proceso esté por debajo de una determinada temperatura.
- Verificar que las concentraciones de uso de mi preservante están en una concentración que realicen su efecto (esto se puede consultar en la ficha técnica de cada preservante, haciendo énfasis en la cantidad mínima inhibitoria para cada microorganismo de interés) y que no sobrepase lo permitido por la ley (se puede verificar en la base de datos del COSING). Es importante tener en cuenta que, tanto las concentraciones permitidas por el COSING como las dosis sugeridas por el proveedor de preservante, pueden variar en cada producto tipo Leave-on a Rinse-off.
- Verificar si es soluble en la concentración que lo voy a usar dentro de mi formulación: esto toma más relevancia en formulaciones líquidas como agua de rosas y micelar. En caso de no ser soluble, identificar si agregándolo en otra parte del proceso se puede incorporar o si definitivamente tengo que usar otro preservante.
- Verificar si dentro de mi formulación hay alguna materia prima que genere incompatibilidad con el preservante, o que le aumente o disminuya su acción. Por ejemplo: algunos preservantes pueden reducir su eficacia en presencia de surfactantes etoxilados, mientras que otros componentes, como la Zemea (Propanediol), son booster de preservante y pueden aumentar su eficacia.
Tip 6. Selección de fragancia
Es crucial seleccionar la fragancia adecuada para mi producto y hay tres factores que deben considerarse a la hora de seleccionar la fragancia:
- La fragancia va afectar de forma directa en cómo el cliente percibe el sensorial de la fórmula: por lo general un cliente asume que, si el producto huele bien, es bueno. También es importante anotar que las dosis de uso de fragancia para la línea facial son menores que para capilar y corporal. Para facial las dosis están entre el 0,2% al 0,3%, dependiendo de la fragancia.
- Dentro de su composición, las fragancias cuentan con componentes que son alérgenos y causan irritación en la piel. Por eso, siempre se debe solicitar al proveedor el certificado IFRA y de alérgenos, para evitar el uso de una fragancia con alto potencial de irritación.
- Se debe evaluar la estabilidad: cada fragancia es un mundo distinto y, dentro de su composición, puede contener muchas materias primas (a veces más de 60). Cualquiera de sus componentes puede afectar la estabilidad del producto: cambiando el pH, generando turbidez, o simplemente separándose. Por eso, una buena práctica es llevar a cabo un estudio de estabilidad donde podremos evaluar cómo se comporta nuestro producto (especialmente la fragancia) en el tiempo.
Espero estos tips sean de ayuda y contribuyan a facilitar el proceso de formulación. En Fehrmann S.A siempre estaremos dispuestos aportar nuestro grano de arena para que sus proyectos sean un éxito.
Rafael Lugo.
Asesor técnico divisiones Cosmética y Home Care
Fehrmann S.A.
Bibliografía
- https://repository.icesi.edu.co/biblioteca_digital/bitstream/10906/84539/1/TG02217.pd
NEWSLETTER
Para más información suscribite aquí
Email inválido