MASKNÉ Y LAS AFECTACIONES EN LA PIEL EN TIEMPOS DE COVID
Luego de un año de pandemia y de ser testigos de cambios drásticos en nuestras vidas, hemos evidenciado que el COVID-19 también llegó para alterar nuestras rutinas de belleza y para generar alteraciones, un poco molestas, en nuestra piel.
El uso de la mascarilla obligatoria es la medida que, sin negociación, todos debemos seguir al pie de la letra para reducir el índice de contagios. Antes de marzo de 2020 sólo las utilizábamos de forma esporádica para diferentes ámbitos laborales y académicos. Además, su uso era limitado, desechable y no afectaba nuestra piel. No obstante, la contingencia que tenemos desde el año pasado aumentó la frecuencia de uso de estos implementos de protección, causando diversas afectaciones en nuestra piel tales como la rosácea, acné y dermatitis
A comienzos de pandemia pocos conocían de los efectos por el uso continuo del tapabocas. Asimismo, no comprendíamos las medidas de asepsia y disposición de éstos. Muchos no lavaban su tapabocas o incluso, usaban el mismo por varios días. Fue así como comenzamos a ver los efectos negativos en la piel que generaba el uso continuo de estas telas. Esta afectación la asociamos a la palabra MASKNÉ, la cual se presenta desde hace mucho en el personal de la salud.
El MASKNÉ es la aparición de acné, puntos negros, oleosidad e irritación, con diagnósticos como dermatitis, rosácea y otros. Se genera por la fricción y el uso prolongado de la mascarilla o tapabocas. Al estar durante largos periodos con una mascarilla hay poca oxigenación de la piel, generando humedad, calor, sudor, entre otros. De esta manera, cuando respiramos, hablamos, caminamos, nos ejercitamos, el tapabocas atrapa aire caliente y humedad, propiciando la proliferación de bacterias y la obstrucción de los poros.
Entonces, ¿cómo contrarrestar los efectos del tapabocas en la piel? Aunque muchos, a estas alturas de la pandemia, quisiéramos líbranos de la mascarilla, aún no podemos deshacernos de este artefacto. Por tanto, se deben tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
- Mantener su mascarilla limpia: Si es desechable, es recomendable hacer el cambio frecuente y no reutilizarla. Si es reutilizable, asegúrese de lavarla después de cada uso y, especialmente, después de hacer ejercicio. Tenga en cuenta que no se debe usar un tapabocas que esté visiblemente sucio o húmedo.
- Descansar del tapabocas: dentro de su rutina diaria, y cuando sea seguro, retire su tapabocas y permita que su piel descanse y respire.
- Mantener una buena rutina de limpieza diaria: incluya fórmulas libres de aceites y no comedogénicas.
- Mantener la piel hidratada: dentro de su rutina incluya un producto hidratante, no comedogénico. La buena hidratación de la piel reduce el índice de brotes e irritaciones.
- Evitar maquillaje, exfoliantes, cepillos y ácidos. En esta época de tapabocas, el uso de estos productos podría representar un exceso en limpieza para la piel y agravar todas las afectaciones presentadas.
Recuerde: el uso del tapabocas es obligatorio para mitigar los índices de contagio del virus. Sin embargo, dentro de las buenas prácticas de la mascarilla está la higiene. La mejor forma de cuidar la piel durante la pandemia es mantener el tapabocas limpio, cambiarlo frecuentemente y limpiar el rostro con los productos adecuados. Hacer frente al MASKNÉ dependerá de la higiene y productos que utilicemos en nuestra rutina diaria de cuidado facial.
Por eso, en Fehrmann S.A contamos con soluciones para atacar el MASKNÉ: materias primas, formulaciones, asesoramiento técnico y comercial que lo ayudarán a desarrollar un producto adecuado para este tipo de formulaciones.
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